jueves, 27 de junio de 2013

Ángeles

¿Quieres saber lo qué pasó?

Que el ángel se cayó del cielo...
Y se dio de morros contra el duro y frío asfalto...
Y nadie; nadie, estuvo allí para ayudarle a levantarse.

Dicen que lo único bueno que hay en caer al fondo de un pozo, es que ya solo puedes subir hacia arriba. Pero no existe esa vuelta atrás cuando no hay una cuerda por la cual ascender.
Y peor es, cuando creyendo que hay cuerda, solo volviéndonos locos descubrimos que nunca la hubo.

Cayéndonos una y otra vez.

Y en el reflejo del agua les veo sonriendo indiferentes desde lo alto de la boca de mi pozo.
Porque no solo les es indiferente, es que en realidad se alegran de evitar confrontaciones con la única persona que les ha dicho la verdad a la cara por una vez en su vida.

Poco a poco el ángel se reanima, alza su cabeza y se encarama a la realidad que, aun ahí estando, nunca había querido ver, para levantarse con kilos inexistentes a su espalda y caminar desnudo realizándose a si mismo.

Todos nacemos ángeles, crecemos entre laureles y realmente nos volvemos personas humanas cuando desguazamos lo bendito.


La única satisfacción es descubrir que nunca un reflejo se rió de mi. Que los rostros no eran reflejos de lo alto del pozo, sino que debajo de mi había caras aun más hundidas que sonreían por mi desgracia por que no podían caer más bajo.

Díganlo, los ángeles nunca caerán bien.
En ninguno de los sentidos.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

PD: