Lo peor es que, nos gusta tanto que somos incapaces de dejarlo.
Me he dado cuenta de que soy una víctima más, y a la vez soy mi propio verdugo.
Hablamos de eso que casi nadie ve perjudicial, es más, es nuestra salvación.
Es de hecho, la forma más sencilla de vida.
¿Quién dijo que lo fácil no saliera caro?
Yo como una tonta más caí hace tiempo, y aquí sigo enganchada, es algo que reconozco: me doy cuenta pero sé que si lo tengo no lo dejo. (Por ello que soy mi in-justiciera)
Pero no hace mucho me dijo una chica amiga mía: esto nos hace felices. Ellos nos intentan satisfacer y lo consiguen.
Y nosotros, como tontos, no hacemos más que destruir lo inconstruible.
No hablo de bombas nucleares, ni hablo del calentamiento global... ni de contaminación.
Estamos estropeando mucho más de lo que podemos ver la mayoría.
NOS ESTAMOS CARGANDO EL MUNDO.
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