Tal vez con esta canción pueda expresar un aspecto.
Es una canción vieja y más que pasada de moda.
Pero bueno, la he adaptado un poco.
Amiga, perdona si hoy me meto de nuevo en tu vida.
Pero te estoy sintiendo tan perdida.
Que ya no recuerdo cuándo todo terminó.
Amiga... bajó el telón que cierra el final de nuestro acto.
No acepto que la historia ha terminado.
Y que de todo aquello parece que nada te restó.
Y el hombre por quien te desesperas y a quien llamas
Aquel que siempre buscas en tu cama.
Hace mucho tiempo que me olvidó.
Olvida, remóntate en tu vida urgentemente.
Pero el tiempo pasa y un día de repente,
te verás llorando por el tiempo que pasó.
Amiga no sé por qué agradezco por haber sufrido conmigo.
Intentaba verme libre y al fin lo conseguí.
Pero quiero que sepas que él lo era todo para mí.
Llegué a pensar tanto en ello que me olvidé.
Y durante meses perdí los sentidos.
Por no aceptar que mi sueño junto a él terminó.
Y si por nuestros errores de juventud perdiera en este intento
no va a ser en aguas de llanto cuando me perdones.
Porque no guardé tus consejos sin oír.
Amiga era lo que más quería y necesité.
El aire que me falta y ya no respiro.
Ahogándome en silencio he sobrevivido.
Amiga si quieres desahogar cuenta conmigo una vez más.
Y si quieres yo lloro contigo.
Porque amiga para todo estuve, estoy y estaré.
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Me dolió que dejaras de contarme cosas hace ahora mismo dos años.
Me dolió verte crecer y ser tan independiente de todo.
Me dolió escuchar que mi mejor amiga deseaba a mi chico.
Y también que ese chico me traicionara, no por ti, sino por acusarme sin saber lo que yo sabía de él.
A pesar de la culpa de cada una.
Hubo muchas cosas que me dolieron más que todo eso... Y que nunca me atreví a decir:
Me duele ver que después de aferrarte a tantas promesas con esa hermana que veías en mi, en el momento en el que nuestros caminos se separaron, rompiste con todas.
Me duele que sabiendo que el daño que le hacía a los demás era causa del que a mi misma me hacía, no fuiste capaz de socorrerme cuando tanto te esperaba.
Me duele que pasándolo tú tan mal no fueras capaz de contarme tu realidad como a otros se la contabas haciéndome sentirme así un estorbo durante tantos meses.
Me duelen tantas cosas...
Pero nunca supe cuidarte.
Nunca pude decirte nada.
No supe qué hacer con mi vida a partir de determinado momento.
El veinte de agosto del dos mil diez.
Y acepto mis errores como cualquier humano lo hace.
Desde aquel día hasta el día en que me faltaste.
Te vi marchar de mi vida y no hice nada.
Te veía sufrir por cosas que sabía que no me contabas.
Y aun así debía fingir que no me habían informado de nada.
Y sin embargo, no sé cómo tú pudiste hacerlo.
Desde luego yo, jamás sería capaz de odiar a un hermano.
Desde aquel día hasta el día en que me faltaste.
Te vi marchar de mi vida y no hice nada.
Te veía sufrir por cosas que sabía que no me contabas.
Y aun así debía fingir que no me habían informado de nada.
Y sin embargo, no sé cómo tú pudiste hacerlo.
Desde luego yo, jamás sería capaz de odiar a un hermano.
