lunes, 5 de agosto de 2013

¡Estamos vivos! Hay que seguir


 Le di un vistazo a la noche, y me invitó a recordar aquellos momentos en los que la tristeza me llamaba con sus fúnebres ramos a velar mi felicidad.

Pero como una fuerza venida de otro mundo, algo luminoso, algo sin igual, tú, mi amigo fiel gracias por estar; cómo olvidar que tú eras mi pañuelo cuando me inundaba en lágrimas...
mi confesionario cuando me quería descargar...
ese castillo impenetrable que de todo lo malo me protegía...
que fuiste tú, quien peleó codo a codo conmigo en aquellas batallas que parecían eternas, sin victoria, sin piedad.

Me levantaste cuando me creí muerto, sin esperanza alguna de sobrevivir; me miraste y con una tenue sonrisa me dijiste “Estamos vivos, hay que seguir”.

No quiero tu riqueza, no quiero tu dinero, no quiero tus pertenencias,
compárteme ese ser maravilloso que hay en ti, con tu amistad me basta.

En algún momento de nuestras vidas miraremos la noche, y nos invitará a recordar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

PD: