Realmente creo que no es solo por la libertad que esto conlleva, sino también porque cuando empiezas, no paras. Una cosa te conduce a otra, y esta, a otra diferente. Finalmente la primera y la última tienen poco que ver, pero algo. Como si todo estuviera encadenado.
Te das cuenta de que todo te ata a lugares diferentes, y sensaciones nuevas.
Y así a la vez, te vacías por dentro, llenándote tras ello de una tranquilidad inusual.
Es importante leer de vez en cuando lo que escribiste hace tiempo. Como si se tratara de una carta del pasado.
Hablamos de otro yo totalmente diferente al que las circunstancias han adaptado al yo de ahora. Y me replanteo aquellas cosas importantes que me desaniman mezclando trazos de lo que era antes y de lo que la vida real me muestra a cada instante que pasa.
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