Un libro jamás se debe tirar. Jamás hay que olvidarse de ello ni perderlo por tenerlo ya leído.
Son dos historias diferentes. Dos concepciones totalmente distintas cada vez que lo terminas. La historia en si y lo que ella te transmite. De nuevo abres sus tapas duditativamente pensando si realmente merece la pena volver a introducirse en esa historia.
Pero cuando te decides, te das cuenta de que ya no es la misma. Tú has cambiado, y ella contigo. Conoces a los personajes desde otras perspectivas, y ellos te dicen cosas con otro tono de voz alegando una nueva lección a tu memoria.
Con ello me remito a mi entrada del pasado día sobre las personas. Las palabras permanecen impresas en un papel siempre de la misma forma. En nuestras mentes quedan grabadas con diferente sentido.
Abre las ventanas que tienes por ojos poco a poco para ir acostumbrándote a esa luz llamada "sabiduría".
Puede que haya gente ciega de nacimiento pero también hay mucho retrasado que cubriéndose con una venda asegura que no hay nada más que ver.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
PD: